Educación y adiestramiento
Nuestros amigos de cuatro patas nos quieren incondicionalmente y por eso debemos asegurarnos de que tengan una vida plena a nuestro lado, ayudándolos a adaptar su comportamiento al adecuado para el lugar y circunstancias en los que vivirá, consiguiendo un manejo cómodo, seguro y responsable.
El afecto es un poderoso motor de conducta. Para adiestrar y trabajar en equipo el afecto es imprescindible, al igual que una comunicación clara y honesta entre nosotros y nuestro perro. A través de conductas como sentarse o tumbarse, acudir a la llamada, relacionarse competentemente con nosotros y con otros sujetos, no tirar de la correa o permanecer quieto mejoraremos enormemente la calidad de vida de nuestros compañeros caninos y la nuestra compartiendo al mismo tiempo una actividad divertida y enriquecedora para ambos.